Después de prácticamente 15 días en casa, que me han producido un leve escozor en la ingle como consecuencia del tocamiento contínuo de huevos, hoy he vuelto a la cruda realidad del trabajo. Menos mal que mañana es fiesta y que desde el lunes ya entro a currar a las 9, así que se acabó el madrugar... y empiezo a hacerme a la idea de que el verano se acabó.
Qué le vamos a hacer...
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